En efecto, el fichaje del verano es Toni Kroos
73 pases buenos de 77 realizados (bailan un poco las cifras pero todas por encima del 90 por ciento) y 11,7 kilómetros recorridos en el terreno de juego. Con datos oficiales en mano ya se ha confirmado por tanto lo que era obvio a todas luces: Toni Kroos es el fichaje del verano. Tranquilizado el «Efecto Mundial», y con la mayoría de sus jugadores de vacaciones o sin apenas rodaje y menos minutos aún, la prensa llevaba días y días centrada en llenar sus páginas como buenamente puede, algo que suele ser complicado en los meses de verano. Un jugador, alemán, poco dado a la polémica, callado de cara a la prensa, con un perfil de juego excelente pero menos espectacular (tipo Cristiano Ronaldo o Bale) no era merecedor de muchas líneas. Más bien las justas.
Sin embargo, Toni Kroos ha demostrado en sólo noventa minutos todo lo que se espera de él. Que no es poco en la Casa Blanca. En la Supercopa mandó, estuvo en su sitio, (aunque no sea su sitio natural el mediocentro organizador), siempre realizando pases con criterio, encontrando fácil a sus compañeros con un entendimiento con ellos impropio de alguien que no lleva ni un mes en Madrid y muy pocos entrenamientos. Algo que por cierto no parece notarse demasiado porque no se le advirtió ni cansado ni corto de forma lo cual es digno también de mención.
Como digo, el fichaje del verano es él, al que pronto adornarán con apodos del tipo «kaiser» etc. Un fichaje realizado con criterio, a un precio increiblemente razonable para un jugador de su talla (y ayudado también por sus desavenencias con Rummenigge, presidente del Bayern). 25 millones no son nada para un jugador llamado a marcar las pautas en el terreno de juego madridista. Es indudable que Ancelotti tiene un bendito problema en la medular con exceso de nóminas. Xabi Alonso necesita ya un sustituto o complemento. Aparentemente fallido Illarramendi, Kroos se perfila como el hombre de mediocampo. El míster sabe que el tolosarra está para jugar y tiene todavía mucha calidad en las botas y sobretodo mucha jerarquía y respeto. Pero su edad es un problema, casi 33 años, igual que lo son las dudas con su físico. Modric, cumpliendo otras facetas, parece casi indiscutible, y con la BBC arriba, el único hueco que queda para James Rodríguez (que por precio y mediatismo tiene que jugar sí o sí) está detrás, en la mediapunta o bien de líbero como en la Supercopa pudiendo así configurar un esquema 4-3-3 que lo que ya ha conseguido ha sido desplazar a Khedira, Isco y Di María, a los cuales ya se busca acomodo fuera de Chamartín, sobretodo al argentino al que no le salva ni el apoyo constante de Ancelotti.
Es evidente que Kroos no es el Real Madrid, más bien sólo uno más en el engranaje, pero de él va a depender en buena manera gestionar el sistema de contraataque que tan temible hace al equipo madridista. Seguramente no le veamos dar el último pase pero sí el primero, el que sirva a jugadores como Bale o Cristiano para plantarse en la portería rival en apenas segundos. De momento, ha dado buena muestra de sus dotes. Es muy posible que le veamos jugar más adelantado jugando de interior con el pivote detrás, pero en ambas demarcaciones se antoja igual de eficaz y resolutivo. En principio, lo políticamente razonable (para el Club) será ver al alemán junto a Xabi, en detrimento inicialmente de Modric y con James jugando inmediatamente delante. Las alternativas pasarán por el croata y el colombiano en las alas con Kroos o Alonso en el medio (estilo partido de la Supercopa de Europa).
En definitiva, de Ancelotti dependerá, con la multitud de alternativas de las que dispone, mantener contenta la medular, por no hablar del debate abierto también en la portería. Pero en efecto, eso ya es otro debate.
DAVID ABELLÁN FERNÁNDEZ